LA CANCIÓN DEL CUERVO

 

Había una vez una bruja poderosa y perniciosa, capaz de hacer muchos daños con sus encantos. Porque disfrutaba lastimando a otros, no tuvo ni un amigo, ni nadie. Todavía, no vivió sola; tuvo un gato negro y un cuervo. El gato dijo "miau, miau", y el cuervo, como los sinsontes, supo muchas canciones bonitas.

 

Un día, olvidó dar comida al gato, y el gato, teniendo mucha hambre, comió el cuervo. Al descubrir esto, la bruja hizo un hechizo para revivir el cuervo.

 

El cuervo, revivido, todavía estuvo dentro del gato no obstante, y al intentar a volar para escapar su trampa felina, cortó el gato de adentro hasta afuera con sus garras. Por fin, con mucho esfuerzo, escapó por la boca del gato. Los dos, cuervo y gato, iguales en su dolor y aterrorizados, atacaron la bruja hasta su muerto, con excepción de la voz de la bruja, que reemplazó la voz del cuervo.

 

Después de estos eventos malos, el gato recuperó, pero esos momentos de tortura se había cambió su pelo negro, para siempre, al color blanco. Una mujer lo adoptó, dándolo un hogar cómodo y mucha buena comida. y el gato vivió felizmente.

 

Y a resultado de su encarcelamiento dentro de aquel gato, el cuervo olvidó sus canciones originales y desarrolló un gran espanto de gatos. Voló hacia el bosque y pasó el resto de su vida gritando allá, CAW CAW CAW.

 

Y ahora, sabes porque la canción del cuervo suena como el grito de una bruja.

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